Nuestro alumno Juan se encuentra en Malta con una beca Erasmus+, aquí os dejamos su experiencia…
Al igual que ocurre con el ser humano, Malta es un país repleto de dualidades. Su arquitectura abarca desde templos megalíticos, como Ħaġar Qim, hasta edificios contemporáneos, como la Torre Portomaso, el primer rascacielos construido en Malta. Recorrer la isla ciertamente supone un deleite visual, aunque a menudo interrumpido por la constante presencia de obras, una realidad que se entremezcla con el paisaje urbano, reflejando tanto el dinamismo como los desafíos del desarrollo. Por estas tierras han pasado cartagineses, romanos, normandos y caballeros hospitalarios, entre muchos otros. En la actualidad, Malta sigue siendo un punto de encuentro para quienes buscan nuevas oportunidades profesionales o, en general, un cambio de vida. La isla acoge tanto a malteses, con sus profundas tradiciones y fe católica, como a residentes de todo el mundo que, debido a sus circunstancias vitales, han acabado estableciéndose aquí. Las playas excepcionales y el animado ambiente de sus bares ofrecen un equilibrio entre trabajo y ocio. Aunque los salarios y el coste de vida presentan ciertos retos, muchos encuentran en Malta una experiencia enriquecedora y un estilo de vida mediterráneo que combina historia, cultura y modernidad. En definitiva, Malta es un reflejo de la diversidad humana: un lugar de contrastes donde coexisten tradición y cambio, desafíos y oportunidades, en un escenario único bañado por el sol del Mediterráneo.
